Necesitaba comprar unos equipos para mi pequeña empresa y empecé a rezar la oración de consagración a la Virgen que se publica en cada misa, la intención era hacerla por 9 días, pero al sexto día pude hacer un préstamo bancario, sin fiador, con bajísimas cuotas y por el valor suficiente para comprar mis equipos. Estoy muy agradecida porque mis clientes aumentaron y los ingresos también de manera que he podido cumplir con las cuotas sin ninguna dificultad. Quiero agregar que sin trabajo estable y con un reporte negativo en Centrales de Riesgo, era imposible obtener dicho crédito. Nuestra Señora de la Pobreza, ruega por nosotros y danos la paz!